La confusión de la manija

Manija ¿Pero de qué?


Mis manijísimas, 
A veces POSTA no sabemos qué es lo que queremos y nos confundimos. 
Cuando nuestro ser nos estaba pidiendo a gritos un daikiri vamos y le enchufamos una ensalada de frutas. Cuando soñamos con ese potrazo de película, vamos y nos metemos en un cine... 
Supongo que conectarnos con nuestra MANIJA PROFUNDA no es tan fácil como pensamos.  Por eso, voy a exponer aquí algunos ejemplos. 
Todas manijeamos con la pija. De eso no hay duda. Muchas también manijeamos con los animalitos pequeños suaves y acariciables -popularmente conocidos como gatos- y claro, también muchas manijeamos con los zapatos. 
En el afán clasificador que me caracteriza, estaría tentada a decirles que cada una de estas manijas se corresponde con un fundamento diferente. 
La pija representaría, lisa y llanamente, nuestro apetito sexual. La necesidad de placer y nada más. 
Los gatos representarían la ternura, el amor, la necesidad de mimos, de abrazos, de una conexión profunda, de un entendimiento mutuo. 
Los zapatos representarían el estatus. Queremos zapatos que muestren qué clase de mujer somos, si somos de la high o de la down si somos hippies o si somos punks. 
El problema problemísimo es que muchas veces, todas esas necesidades se nos mezclan. Nos mantenemos agarradas a una pija como si esa pija hablara de quienes somos , apretujamos a un gato casi esperando que acabe y nos ponemos unos zapatos para (auto) mimarnos y ronronear.  
A continuación  (y en el mismo tono enciclopedista) podrán observar una serie de imágenes que ilustran algunas de las posibilidades de confusión conceptual. 

Fig. 1

Fig. 1: El gato en un zapato.
En esta imagen podemos observar un tierno gatito dormitando en un... ATTENTI: MOCASÍN o ZAPATO LEÑADOR. 

Fig. 2

Fig. 2: El zapato pene. La fetichización pura. Si bien el diseño en acrílico es de lo más chic, los zapatos indicarían que la mujer portadora de los mismos desea profundamente APLASTAR a todos lo penes. 

Fig. 3

Fig. 3: Un pene peludo. Momento clímax de la alienación.
De acá a la zoofilia hay un sólo paso. ALERTA.