El tiempo pasa manijas y yo sigo igual. A veces me miro al espejo y me pregunto: ¿Hasta cuando? En voz alta lo pregunto: ¿Hasta cuando vas a estar así boludita? Por suerte no hay nadie que pueda contestar porque a esta altura temo que la respuesta sea: NUNCA. Dios! ¿Será posible eso? Me imagino como madre de trillizos. Dos nenas y un varoncito. Llorones ellos, de los que no entendés como lograron darse cuenta tan rápido que el mundo es una fucking mierda. Y entre que las dos nenitas se cuelgan de lo que queda de mis tetas, yo le cambió el pañal al nenito que tiene incontinencia. Entre el barullo de los chicos y los ronquidos de la bestia que duerme conmigo todas la noches el celular comienza a hacer señales de que está recibiendo un mensajito. Es mi ex que dice que me extraña y que cree que se va a divorciar. Aclaro, no es un ex reciente. Es ese del que te separaste hace diez años pero con el que todavía te mandás mensajitos y fantaseas con dejar a tus hijos en un orfanato para escaparte con él. Patético. Así me veo en 10 años. Dios quiera que no ocurra. Amén.
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